¿Por qué se confunde ser PAS con hipersensible?
Hay medios y personas que, refiriéndose erróneamente a la alta sensibilidad o Sensibilidad de Procesamiento Sensorial (SPS), la confunden con hipersensibilidad. Mucho cuidado con esto ya que no es lo mismo PAS que hipersensible.
La SPS es un rasgo neutro de la personalidad con el que se nace, es genético, inherente al ser humano (se manifiesta en un 15 o 20% de los individuos de la especie) La SPS dota a la persona con la capacidad de procesar la información de una manera más profunda que los demás, siendo más sensible a las sutilezas, desarrollando más empatía y creatividad, entre otras cosas.
Ser hipersensible se puede diagnosticar ser PAS, no.
No se diagnostica, repito, no se diagnostica ser altamente sensible como no se diagnostica ser rubio o alto. Ser una persona altamente sensible no te hace ni mejor ni peor que el resto de la humanidad. Quizás midas dos metros quince, pero eso no te convierte en jugador profesional de baloncesto. Por eso decimos que es un rasgo neutro de la personalidad. Lo que hagamos con él, la infancia que hayamos tenido y todo lo que sucede en nuestras vidas va moldeando nuestra forma de ser, pero en cierta medida también somos un poco responsables de lo que hacemos con todo ello. Sobre todo después de descubrir el rasgo.
Por eso la alta sensibilidad es un goce, un privilegio o una auténtica tortura dependiendo de a quién preguntes.
Pero ser PAS, en principio, es algo independiente a la hipersensibilidad. Una persona altamente sensible, por poner un ejemplo ilustrativo, sería aquella que en una discusión de amigos trataría de mediar, buscar soluciones y tratar de entender por qué la otra persona siente lo que siente. Una persona hipersensible sería la que lo viviría como una especie de complot universal o “nueva” traición, perdiendo los papeles y sintiendo dolor e incomprensión.
Debemos recordar que todos tenemos comportamientos “hipersensibles” a lo largo de la vida, somos seres humanos. Hay que buscar ayuda cuando es constante, limitante, condiciona tu vida social o provoca síntomas de depresión.